Luis Montero regresó a la acción en triunfo de San Lorenzo

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“Acá estoy yo, el campeón”. San Lorenzo dijo presente. Pero no sólo a través de las figuras, de su riquísimo plantel. Sino desde su carácter, su oficio y su defensa… Intangibles que también le pertenecen. San Martín, en el primer partido de la semifinal, lo había hecho ver mal. Tantas estrellas perdiendo por 17 (90-73) contra un rival con menos nombres y presupuesto. No podía ser. O, al menos, no podía volver a pasar. Aún cuando las cosas no fluyeran como pueden en ataque, el mejor de la competencia por variantes y estadísticas… Y así fue esta tarde de viernes en Obras. El Ciclón se puso el overol y le mandó un mensaje a este duro rival que quiere sacarle el sueño de ser el primer pentacampeón de la historia: “Yo también puedo defender muy bien, tanto o mejor que vos”.

Claro, Sanmar ha sido el más eficaz en este apartado durante la temporada, pero en el Juego 2 de esta serie el cuatro veces campeón de la Liga mostró un gran bloque, intenso, concentrado y disciplinado. Un trabajo colectivo y, a la vez, individual porque a ninguna figura de CASLA se le cayó el anillo por trabajar a destajo en su aro. No fue lindo, pero valió mucho. Así San Lorenzo maniató a la gran sorpresa de la temporada y el boleto para la gran final –espera Quimsa- se definirá el domingo, a las 18, en este mismo estadio, en Nuñez.




Fue una trituradora San Lorenzo y, a medida que trascurrió el partido, apretó cada vez más torniquete para desbaratar la siempre ordenada ofensiva del rival, que terminó con apenas 61 puntos y un 33 % de campo. Muy lejos de los 90 y 60% del primer juego. Fue tan eficaz su bloque defensivo que el partido ya estaba resuelto después de tres cuartos. Los correntinos terminaron ese tercer parcial con sólo 42 tantos –y 32% de campo- y prefirieron empezar a dosificar esfuerzos pensando en el tercer y decisivo juego.

Es conocido que Silvio Santander ama la defensa, que es su especialidad…Y sabía que hoy, en ese apartado, su equipo debía responder. Y lo hizo con creces. Su perímetro presionó al rival y desafió casi todos los lanzamientos, y los internos, además de completar el bloque sin dejar espacios, rebotearon como nunca para ganar esa lucha clave (40-30). Un esfuerzo gregario para mandar un mensaje potente.

De entrada, San Lorenzo demostró que podía arremangarse y defender como su rival. De hecho, lo maniató durante gran parte de esos primeros 20 minutos para mostrar sus garras. Tuvo orden, intensidad y disciplina para seguir el plan de su DT y detener, en especial, al perímetro rival, desafiando casi todos los tiros, en especial de los peligrosos Machuca y Solanas, determinantes en el Juego 1 (17 puntos cada uno).

De entrada, además, el ganador clavó tres bombas (dos de Penka) que le ayudaron a sacar una renta. Eso sí, el Ciclón se encontró con un rival resiliente, que aunque no pudo desplegar su juego ni anotar con facilidad, se mantuvo bajo control, sin frustrarse y apegado a su estrategia. Nunca se desesperó, mantuvo su eficiencia defensiva –siguió anulando a Vildoza, 0-4 de campo en el cuarto inicial- y tuvo a un gran Saiz para quedar abajo por apenas dos (19-17).

San Lorenzo, con compromiso, concentración y muy buena transición en el regreso a su aro, mantuvo la gran defensa en el segundo cuarto y sostuvo el dominio en los tableros, al revés de lo que había pasado en el primer juego, ya con el ingreso de Acuña (7 puntos en el PT) para armar un sólida dupla interior con Romano (12). En 17 minutos, Sanmar sólo llevaba 21 puntos, con 8-27 de campo… Sin embargo, hasta ahí el Ciclón no podía capitalizarlo, aunque su DT sabía que la cosa iba bien. “Vean la parte positiva, muchachos. Tenemos un muy bloque defensivo y ellos están incómodos. La racha ya va a venir, ustedes ya lo hicieron antes”, les dijo Santander en un minuto. Y así fue.

El Ciclón sacó 9 (33-24), bastante para un trámite trabado, con escaso vuelo y aún sin recuperar a Vildoza (hasta ahí 3-16 de campo y 6 pérdidas en un partido y medio). Pero el adversario le demostró que eso no lo preocupaba. Equipo maduro, paciente y con identidad, se mantuvo estoico y dos bombas, una de Machuca y otra de Solanas, le permitieron cerrar a apenas cinco (33-38) tras ser dominado en el trámite.

En el segundo tiempo, cuando San Lorenzo sostuvo la intensidad y apretó aún más, quebró a su rival. La gran defensa colectiva, en el perímetro y en el juego interior, trabó de tal forma a Sanma que ni los libres entraron y el período terminó con un abrumador 27-9. Apareció Vildoza con un par de maniobras para el 50-35 a los cinco minutos y ya después ya prácticamente no hubo juego. Porque Sanmar, con una rotación más corta, no encontró respuestas en el banco y el Ciclón, confiado, no le sacó nunca la mano de la yugular. Romano, un relojito, por intensidad y oportunismo, terminó de hacer un gran partido (20 puntos y siete rebotes) y el resto acompañó, para recuperar la confianza colectiva y no detener este sueño que tiene un solo nombre: pentacampeonato.

El dominicano Luis David Montero, regresó a la acción tras cinco meses de inactividad, estuvo en cancha 9:43 minutos, con cuatro puntos, un rebote, cuatro faltas personales, +2 de valoración.

Prensa Liga A.

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