Feliz 21 puntos, +23 de valoración en descarte de Joventut de Badalona
A la Penya le sienta mal el Gran Canaria. Tres veces se han enfrentado ambos en los últimos tiempos, la última de ellas este miércoles, y siempre se han impuesto los amarillos, una china en el zapato del Joventut, cuyo sueño europeo se ha esfumado (89-86).
El Gran Canaria se jugará el título de la Eurocup ante el Turk Telekom, que dos horas antes había superado al Prometey ucraniano (74-76), y lo hará en una final cuyo ganador (3 de mayo) obtendrá el pasaporte a la próxima Euroliga.
El Joventut había estado irregular, casi siempre a remolque de los canarios, y aun así se había mantenido vivo.
Lo había hecho apoyándose en los arreones de sus mejores hombres, corrigiendo los desajustes que habían aparecido a mediados del segundo cuarto, cuando se veía nueve puntos abajo (26-17), para reconducir la situación e incluso alcanzar el descanso con un punto de ventaja (42-43).
Aquel era el momento en el que se multiplicaban Andrés Feliz, inspirado en ese tramo (7 puntos de un tirón; 21 puntos, 4 rebotes, 6 asistencias, +23 de valoración al final del encuentro), y también Tomic, Brodziansky y Guy, en esencia diseñadores de un espejismo que iba a disolverse en el tercer cuarto, cuando respondían Brussino y Albicy desde el triple, Benite en la media distancia y el gigantesco Diop bajo los aros, para colocar a los canarios otra vez nueve arriba (65-56 al final del tercer cuarto).
A partir de ahí, ya la Penya se veía obligada a navegar a contracorriente, en un pabellón entregado con los locales.
Y aún así, remaba: incluso viéndose nueve puntos abajo a 2 minutos del final, los verdinegros iban a ir limando la desventaja punto a punto, provocando faltas a granel y sumando triples, hasta verse tan solo en -1 a falta de cinco segundos.
Hasta ahí iba a llegar.
EFE.